Cuando se trata de preparar pescados deliciosos como el salmón o la trucha, uno de los pasos más importantes puede ser extraer la piel. Aunque puede sonar como una tarea complicada, con un cuchillo adecuado y un poco de práctica, puedes hacerlo fácilmente, ya sea cuando los pescados estén porcionados o fileteados.
1. ¿Por qué es importante saber quitar la piel del pescado?
Antes de comenzar, es importante entender por qué querrías quitarle la piel al pescado en primer lugar. La piel del salmón o la trucha puede ser gruesa y no siempre es agradable para algunos comensales. Además, al retirar la piel, puedes darle un toque más refinado a tus platos y asegurar que los sabores del pescado sean los protagonistas. Sin embargo, la piel puede ser una excelente fuente de nutrientes, por lo que, si la prefieres dejarla, ¡también es completamente válido!
2. Cómo quitar la piel de un pescado porcionado
Cuando trabajas con piezas de pescado ya porcionadas, el proceso es relativamente sencillo. Aquí te damos los pasos básicos para quitar la piel de manera eficiente:
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Coloca el pescado sobre una tabla de cortar: Asegúrate de que el pescado esté firme, pero no congelado. Es mejor trabajar con piezas ligeramente descongeladas si están congeladas.
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Usa un cuchillo filoso: Un cuchillo con filo y flexible es clave para hacer cortes precisos y evitar que el pescado se desgarre. Preferentemente, uno de cocina con una hoja delgada es ideal.
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Corta en un ángulo adecuado: Coloca el cuchillo en la parte más cercana a la piel y realiza un corte fino en diagonal. La clave es que el cuchillo esté bien paralelo a la piel, de modo que puedas deslizarlo sin cortar la carne del pescado.
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Desliza el cuchillo hacia la cola: Con movimientos firmes pero suaves, continúa deslizando el cuchillo a lo largo de la piel hasta llegar al final de la porción, ¡y listo! Ya habrás removido la piel sin perder mucho pescado.
3. Cómo quitar la piel de un pescado fileteado
Ahora, si tienes el pescado fileteado, la tarea también se vuelve fácil, pero requiere un poco más de destreza y paciencia. Aquí te dejamos los pasos para quitar la piel de un filete de salmón o trucha:
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Prepara el filete: Coloca el filete de pescado sobre una tabla de cortar. Asegúrate de que esté bien fijado para evitar que se deslice mientras trabajas en él. La piel debe estar hacia abajo.
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Haz un corte en la base del filete: Realiza un pequeño corte en la parte del filete cerca de la cola (donde la piel se encuentra más gruesa), solo lo suficiente como para liberar un pedazo de piel.
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Sujeta la piel: Con tus dedos o con unos alicates de cocina, agarra firmemente la piel del filete. Si tienes una pinza para cocina, esta puede ser tu gran aliada.
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Desliza el cuchillo con suavidad: Mientras sostienes la piel con una mano, utiliza el cuchillo para deslizarse entre la carne y la piel con un movimiento de vaivén. La clave está en mantener el cuchillo bien paralelo a la piel y no cortar demasiado profundo.
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¡Listo! Ahora tendrás un filete sin piel, perfecto para cocinar de muchas formas deliciosas.
Consejos adicionales para un buen resultado
- Usa un cuchillo bien afilado: Un cuchillo sin filo puede arruinar la textura del pescado y hacerlo más difícil de cortar. Además, hay pocas cosas más peligrosas que un cuchillo sin filo, ¡pues es impredecible!
- Trabaja con calma: No apures el proceso. La práctica hace al maestro, así que tómate tu tiempo y verás que cada vez será más fácil.
- Guarda la piel para otras recetas: Si decides quitar la piel, no la tires. La piel de pescado puede ser deliciosa si se cocina correctamente, y puedes hacer deliciosos snacks o incluso utilizarla para preparar caldos de pescado.